martes, 26 de junio de 2007

Desde niña soñaba con volar, abrir las alas y curiosear por los tejados del mundo. Pero esta vez no, esta vez soñó que iba en tren al paraíso.
Bueno, tal vez no fuese “el” paraíso pero desde luego ese lugar merecería serlo: arena blanca, playas increíbles, agua cristalina, palmeras, cocos, nadie en kilómetros a la redonda…
- “qué lástima que sólo sea un sueño”, pensó.

El sueño fue tan reparador que al despertar todo le pareció maravilloso: qué importaba abrir los ojos y tener el pelo mojado, o que la cama estuviese inexplicablemente llena de arena…

Lo único que le pareció raro fue ese billete de tren en la mano. No el hecho de levantarse y tener algo en la mano, ya estaba acostumbrada tras una vida entera siendo sonámbula, pero era la primera vez que el billete en cuestión no era de cercanías: éste parecía estar escrito en sánscrito… sólo podía entender el destino: varkala, y la categoría: “sleepers class”.

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