jueves, 8 de enero de 2009

Los camellos están indignados.
Cada año lo mismo: 364 días y sus respectivas noches sin hacer absolutamente nada más que tomar el sol (y la luna) en el desierto y de repente, ala, a correr como locos para repartir todos los regalos de los Reyes Magos en una noche.
Hace muchos años, los camellos inventaron los relojes de arena del desierto en un intento de organizarse, pero no hubo forma.
Este año, en la reunión de evaluación del reparto anual, se ha decidido escribir una carta-ultimátum a los Reyes Magos, a ver si para el año que viene las cosas cambian.
Desgraciadamente, ninguno de los camellos ha querido realizar ningún tipo de declaración al salir de la reunión así que no podemos confirmar los rumores sobre el posible fichaje de Rudolph, el reno de Santa Claus.

5 comentarios:

Eduardo Roldán dijo...

Se rumorea que los camellos habrian dedicido encadenar sus jorobas a modo de protesta! AHora si seguro que Baltazar va a saltar!

ariadna dijo...

¡Basaltar se pone loco! ;) cuánto tiempo sin oír este chiste, Eduardo... ¡cuántos recuerdos! gracias por pasarte por aquí :)

color lili dijo...

Hum hum…
Justamente de regalo para la proxima navidad, quiero un año a recoger el desierto a camello, es possible ?

ariadna dijo...

pues creo que sí, mientras no sea el día 5 de enero... ¡el resto del año tienen la agenda libre!

Alberto Ramos dijo...

Se nota que los Reyes Magos son de cuentas. Se pasan once meses, tres semanas y varios días de reuniones internas, y dejan para el último día la recogida de los briefings.